Introducción
Los cosméticos están omnipresentes en nuestro día a día, ya sea en forma de desodorantes, maquillaje, productos de protección solar o incluso cremas anti-envejecimiento. Sin embargo, algunos de ellos contienen ingredientes no deseados como irritantes, alérgenos y disruptores endocrinos. En este artículo nos centraremos en los productos de cuidado facial antiedad y compararemos su composición con la de otro tipo de cosméticos. Nos basaremos en una lista basada en contribuciones públicas y que cubrirá una amplia gama de productos categorizados. Esta lista es esencial para la salud del consumidor y se actualiza periódicamente en función de las reformulaciones de los fabricantes.
Productos antiedad para el cuidado facial: ¿qué sustancias tóxicas?
Las cremas antiarrugas y otros sueros rejuvenecedores suelen ser elogiados por sus virtudes revitalizantes gracias a sus ingredientes activos como el colágeno coreano. Sin embargo, es importante comprobar si estas fórmulas también esconden ingredientes nocivos para la piel o la salud en general.
- Disruptores endocrinos : Algunos conservantes presentes en las cremas antienvejecimiento pueden actuar como disruptores endocrinos. Entre ellos encontramos en particular los parabenos y el fenoxietanol. Estas sustancias pueden interferir con el sistema hormonal y provocar efectos adversos para la salud, especialmente en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
- Alérgenos: Las fragancias sintéticas se utilizan a menudo en productos antienvejecimiento para que huelan agradablemente. Sin embargo, estos compuestos químicos pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas sensibles.
- Irritantes: Ingredientes como el alcohol desnaturalizado o ciertos ácidos de frutas (AHA) que se encuentran en las cremas antiarrugas pueden irritar la piel y provocar enrojecimiento o sensación de ardor.
Comparación con otros tipos de cosméticos.
También es probable que otras categorías de productos cosméticos contengan sustancias tóxicas. He aquí algunos ejemplos :
- Desodorantes: Se sospecha que las sales de aluminio, comúnmente utilizadas como antitranspirantes, están relacionadas con un mayor riesgo de cáncer de mama y Alzheimer. Además, algunos desodorantes también contienen parabenos y triclosán, un antibacteriano potencialmente disruptor endocrino.
- Constituir : Las barras de labios, las bases de maquillaje y las máscaras de pestañas pueden contener diversos ingredientes problemáticos, como plomo (un neurotóxico), talco (relacionado con problemas respiratorios) o incluso conservantes que liberan formaldehído (un potencial carcinógeno).
- Productos solares: Se sospecha que algunos filtros UV químicos, como la oxibenzona y el octinoxato, tienen un impacto negativo en la fauna marina y alteran el sistema endocrino humano. Las nanopartículas de dióxido de titanio y óxido de zinc, utilizadas en escudos minerales, también pueden ser perjudiciales para el medio ambiente.
La importancia de la lista de sustancias tóxicas en los cosméticos.
Esta lista basada en aportaciones públicas es fundamental para informar a los consumidores sobre la presencia de ingredientes indeseables en sus productos cosméticos favoritos. Por lo tanto, le permite tomar decisiones informadas sobre la compra y el uso. Además, anima a los fabricantes a reformular sus productos para eliminar estas sustancias nocivas y favorecer alternativas más saludables.
Actualización periódica
La lista se actualiza constantemente en función de la nueva información disponible sobre ingredientes controvertidos y reformulaciones realizadas por los fabricantes. Por tanto, es importante que el consumidor consulte periódicamente esta lista para mantenerse informado sobre la composición actual de los productos que utiliza.
Conclusión
Los productos de cuidado facial antiedad, al igual que otro tipo de cosméticos, pueden contener sustancias tóxicas. Es fundamental que los consumidores conozcan la composición de estos productos para poder elegir con conocimiento de causa y favorecer alternativas más saludables. La lista basada en las contribuciones públicas es una herramienta valiosa para ello y debe consultarse periódicamente.